domingo, 28 de octubre de 2012

Esperando en el JFK


Hace un par de meses mi hermano viajo desde Caracas a Nueva York. Yo fui al aeropuerto esperarlo un par de horas antes de que llegara y me senté en una de las salidas del gigantesco aeropuerto JFK. Sentado ahí, me puse a ver la gente que salía por la puerta, valga la redundancia, a intentar saber por su apariencia cual era su destino de partida. Este tipo de “juego” lo he hecho antes, pero hacerlo en el JFK ha sido un reto muy difícil. Lo que lo hace tan complicado es la cantidad de gente distinta que viaja de donde sea en el mundo y que siempre por esa puerta donde esperaba se mezclaban los vuelos. Bueno, el primer grupo de gente sale, el patrón era de estatura mediana, morenos, hablaban español y tenían en vez de maletas eran bolsas plásticas con cierre y la imagen de “Piolín”. Esto es típico en Perú, Bolvia y Ecuador. Pues sí, el vuelo era proveniente de La Paz, Bolivia, lo sé por que lo confirme con uno de los pasajeros. Luego empezaron a salir jóvenes muy blancos con chaquetas de vestir azules, lo primero que viene a mi mente fue “no son latinos”. Eran muy ordenados y silenciosos, ellos iban como en fila uno tras otro. Era obvio que venían todos en grupo, pero no podía identificar de donde eran. Pensé que eran Alemanes, Polacos, Lituanos, pero es que ninguno tenia el color de pelo oscuro. Bueno, el grupo de jóvenes se reúne a un lado esperando a que salgan todos y en eso noto que los hombres tienen a un costado de la chaqueta la bandera de Finlandia. El contraste entre los Bolivianos y los Finlandeses era demasiado, y yo esperaba a los Venezolanos, mi mente no sabía que esperar a ver. En eso sale otro grupo y noto que el patrón es señores mayores como con cinco maletas en un carrito, esas maletas viejas de tela con flores estampadas. Ellos venían usando el teléfono hablando español y las familias (hijos y nietos) venían todos corriendo a recibirlos. Yo los identifique rápido y acerté, venían de República Dominicana. Ya se acercaba la hora de que el vuelo de Venezuela saliera y ponía mas atención a la gente que salía por si acaso mi hermano saliera. Alrededor mío había gente preguntando a los empleados del aeropuerto si el viaje de Madrid o de Francia ya había llegado. En eso sale otro patrón de gente de pelo muy negro, morenos y tenían muchos muchos niños consigo. No supe identificar de que país venían pero estaba seguro de que eran de cultura Árabe. Tal vez una o dos mujeres venían con la cara tapada, es decir, no vienen de un llegaron de un país muy religioso o de un país mas mente abierta. Seguido salio gente con el patrón de sombrero de llanero y sobreros de vaqueros hechos paja. No eran muchos los que salían con sombrero, pero todos o casi todos salían con camisas manga largas de tela con cuadros. También de ese grupo salieron seis o siete personas con traje de vestir que se notaba que tenían reuniones en la ciudad el mismo dái. Ellos venía hablando Inglés con acento un poco raro que realmente no podía identificar. En mi mente decía “Quién caminará por la quinta avenida con un sombrero así?” Me acerque a preguntar y ellos venían de Texas. Después, hubo como diez minutos donde paró de salir gente, eso fue raro ya que la última hora fue corrido. En eso sale gente usando camisas del Real Madrid, del Barcelona y de Argentina. Las mujeres y niñas venían muy arregladas y con lentes grandes, las jóvenes usaban sweteres unicolores, mas que todos rosados, amarrillos, verdes manzana, etc. que decían “Aeropostale” en todo el medio y grande. En general el grupo era muy ruidoso. Los señores llegaban con camisas manga larga marca polo. No se porque hubo un par de gente que salía con gorra y lentes de sol al mismo tiempo,  jajajajajaja, será que había sol allá adentro? La gente traía muchas maletas pero como las movían y cargaban con tanta facilidad concluí que estaban casi vacías y venían Nueva York a llenarlas. Era claro que el se trataba del viaje de Venezuela. Me acerque mas a la salida y empezaba a escuchar la gente diciendo “llegamos marico”, “José, agarra esa vaina coño!”, esto reafirmo que se trataba de los Venezolanos, en especial cuando un señor muy gordo y con bigotes dijo “mi hermano, hemos llega’o al Imperio mesmo”.  En eso salio mi hermano con una camisa y Crocs amarrillos fosforescentes, con una gorra de Venezuela Fútbol Club y un bolso anaranjado inmenso. Definitivamente, nos tenemos que hacer notar, somos distintos.
En verdad es un orgullo ser Venezolano!